VILLAHERMOSA.- Lo último que recuerda Julio César Flores es haber visto a un médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) ‘Ismael Cosío Villegas’, que llevaba unos tubos porque lo iban a intubar.
La anestesia ya estaba haciendo efecto; por más que se resistía dormir por el miedo a no levantarse de la enfermedad del Coronavirus, la sustancia hizo que durmiera. Fueron 22 días que permaneció intubado hasta que pudo vencer el Coronavirus con la ayuda de los médicos.
En su casa, en el municipio Cuauhtémoc de la Ciudad de México, su esposa e hijo se enfermaron y, su amigo, a quien esperaba saludar cuando saliera del hospital, murió por la misma enfermedad.
A continuación, nos comparte su historia.
¿Qué se siente ser un paciente Covid?
Empecé con un cosquilleo en la garganta. Supe que tenía el virus hasta que estaba demasiado enfermo.
Casi no podía respirar. No me hice la prueba, pues pensé que era una gripa, una infección fuerte.
Sentí desesperación y un miedo terrible. Pero el miedo era más de pensar que podría ir al hospital porque la enfermedad poco a poco avanzaba.
Por las noches no me dejaba dormir. Dormía un ratito y luego a toser a toser y los dolores de cabeza eran frecuentes.
Las noticias indicaban que había más muertos y yo ya no sabía qué hacer, me estaba matando el miedo.
¿Te hospitalizaron?
El 17 de mayo fui a un médico particular, fui por lo de la tos. Me hice una placa y me dijo que estaba propenso a la neumonía y que tenía Covid. Yo le respondí que era nada más tos, porque no quería creerlo, a lo que el médico me insistió que era esa enfermedad la que estaba ya en mi cuerpo.
Entonces me recomendó mantener un tanque oxígeno, inhalaciones y me mandó al hospital INER, al lugar donde tenía el miedo no volver a regresar.
En el hospital me hicieron la prueba Covid y salí positivo. Me propusieron la intubación, pero no me quedaba de otra; si no lo hacía me daban un periodo de vida de dos días, porque estaba muy grave.
Tenía un 60 por ciento de respiración y el único método de sanación era que me pusieran a dormir.
Me inyectaron suero, me pusieron el oxímetro, me tomaron la tomografía del tórax otra vez y estuve en la cama 713.
Lo último que me acuerdo fue cuando me pusieron las inyecciones. Yo preguntaba qué eran esas inyecciones y luego me decían que me durmiera, pero no quería hacerlo.
Me puse en las manos de Dios, porque soy católico. Llegaron los enfermeros que llevaban los tubos y me dormí.
Los médicos me dicen que me desperté a los 10 días y que reaccioné de una manera agresiva. Que me arranqué la sonda, pero para mí era como un sueño. Pensé que estaba soñando.
Una vez que entré a la realidad, lo que pedía era salir del hospital para ver a mi familia. Entré con 74 kilos y salí con 56 kilos. Me dieron de alta el 16 de junio.
¿Dónde se contagió?
A partir del 15 de marzo nos dijo la empresa dedicada a la venta de anteojos que no fuéramos a trabajar y que lo hiciéramos en casa.
Un día llego a casa, un hermano estaba con gripa y le pedí que se pusiera el cubreboca para que no contagiara a nadie.
Empezamos a discutir porque él no creía en eso. Pienso que ahí agarré el virus, porque en la noche ya sentía picazón en la garganta.
¿Cómo venció el Covid?
Bueno, los médicos sabrán qué me pusieron, pero yo ya había tomado antbiótico, antiviral, además me cuidaba.
Yo lo vencí un 18 de junio. Me dijeron que ya no tenía nada. Salí demacrado, sin fuerzas para caminar, por eso me sacaron en una silla de rueda. No tenía nada de fuerza. Supe que mi hijo y mi esposa también se contagiaron; mi hijo estuvo a punto de ser hospitalizado.
Yo recuerdo que a un amigo le dije que apoyara a mi familia porque me iba ahospitalizar, pero el me dijo que le echara ganas, que todo iba salir bien. Cuando salí del hospital le envié un mensaje para saludarlo. No me respondió el mensaje; cuatro días después supe que había muerto por Covid.
Todo fue como una pesadilla. A raíz de la enfermedad que quedé sin trabajo. Ahora busco una oportunidad de empleo o que el gobierno capitalino me ayude para en cuanto encuentro un empleo.
¿Qué mensaje le da las personas?
El mensaje que les mando es que no se confíen, porque cuando tienen esto es por no andar con cubreboca.
Yo no llevaba cubreboca; mi primo dice que no va aguantar porque también le dio el Coronavirus, pero le digo tranquilo, que no llore.
Entonces, les digo a las personas que no se confíen. De un día para otro la enfermedad avanza muy rápido. La verdad a nadie se le desea esta enfermedad.
