TABASCO.- A los 98 años de edad doña Crescencia Barriento Hernández es una vencedora covid. Ella tiene claro cuál es la cura de la enfermedad: confiar en Dios, en primer lugar, luego tomar los medicamentos que los médicos recomiendan y guardar reposo en tanto los medicamentos hacen el efecto.
Pero no fue la única que le dio el coronavirus, su hija Minja Hernández Barriento, platica que a ella también le dio covid, a una hermana y a una sobrina. Requierieron de un mes para vencer la enfermedad en su domicilio localizado en la localidad Tancochapa del municipio de las Choapas, Veracruz.
Minja comenta que a su mamá la enfermedad le causó dolor de hueso, cabeza, además del cansancio y dificultades para respirar. Hoy se siente agradecida con Dios, porque todavía les permitió seguir teniendo su mamá y que sea una vencedora del covid.
— ¿Qué se siente ser un paciente covid?
No es fácil hijo. Tuvo dolor de cabeza, náuseas, dolor de cuerpo. Aquí nos enfermamos cuatro personas: mi mamá, una hermana, una sobrina que está por cumplir los 18 años y yo. Primero empezó a sentir los malestares en la primera quincena de junio. Luego vino una tos seca, temperatura de 37 grados, dolor de hueso, fatiga, mareo.
Todos los días pedimos a Dios que nos ayudara a vencer el mal. Nosotros somos creyentes, llegamos a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Sí había momentos que nos preocupábamos mucho. Porque mi mamá tiene 98 años, y habíamos visto que otras personas de esa edad no podían vencer el covid. Cuando nosotros le decíamos que estábamos preocupadas por ella, solamente nos comentaba que, si así lo quería Dios, así iba a suceder. Que estaría en un descanso. Eso nos ocurrió el 11 de junio
— ¿La hospitalizaron?
No, mi mamá al igual que mi hermana, mi sobrina y yo, quedamos en casa. Un médico venía a vernos. No tuvimos la necesidad de que nos llevaran al hospital. Eso si, todas hemos vencido la enfermedad, aunque dejó agotada a mi mamá. Es la que tiene una recuperación más lenta. Pero ya pasó lo más difícil: las altas temperaturas, los dolores de cabeza y hueso. Ahora tiene un poco dolor de hueso.
— ¿Cómo venció el covid?
A mi mamá y a nosotros nos recomendaron tomar azitromicina, paracetamol y nos hidratábamos mucho. También tomamos las aspirinas. Requerimos de un mes de tratamiento para estar encerrados y cuidándonos. No fue fácil para nosotras, pero desde el principio teníamos en claro que era una prueba. Y así fue, nosotros confiamos en Dios y él nos ayudó a salir adelante. Estamos contentos porque mamá todavía está con nosotras. Ella tomó la enfermedad con más calma, nosotras, sus hijas, éramos las que nos preocupábamos más. Nuestra mamá nos sigue dando grandes enseñanzas, nuca dejaremos de aprender de nuestros padres.
En mi caso, a principios de junio, ya me sentía mejor. Me dio poco dolor de cabeza, fiebre. De la misma manera ocurrió con mi hermana y mi sobrina. Mamá era la que más intenso le dio la enfermedad, pero la que más paciencia tuvo para vencer el virus.
— ¿Qué mensaje le das a las personas?
Cuídense, usen cubreboca y si están enfermos, no dejen de confiar en Dios. En esos momentos más críticos es cuando debemos ponernos en oración, porque Dios nos escucha.
Ha nosotras nos escuchó y pudimos vencer la enfermad. Mamá tiene 98 años y ya se encuentra mejor. Así que cuídense, lávense las manos constantemente, no descuiden a sus familiares y siempre tengan fe en que podrán salir a delante pese a todos los males.