“Para nosotros no hubo censo, ni ayuda, perdimos todo con la inundación y vivimos durante dos meses en un camellón, porque el agua sepultó nuestra casa”, refirió Laura Jazmín Ruiz Hernández, quien asegura que no hay adversidad que con la ayuda de Dios no puedan superar.
Laura vive en una carpa con sus dos hijas, su esposo y su padre sobre la carretera Villahermosa-Macuspana, en el kilómetro 10.5, en el Poblado Dos Montes, su vivienda, una pequeña casa con piso de tierra y techos de lámina, fue rebasada por el nivel del agua, desde octubre con la primera inundación.
“No nos censaron ni en la primera ni en la segunda inundación; pasaron los de Bienestar y censaron a otros que no se inundaron, desde la primera creciente vivimos en el camellón y no creo que no nos hayan visto”, refiere.
En la parte exterior del campamento en el que se refugiaron, se alcanza a leer, “No nos censaron, no nos censaron”, que escribieron a mano y con un plumón, con la esperanza de que en una de sus visitas el Presidente Andrés Manuel López Obrador o el secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, los viera, pero todo resultó en un intento fallido.
“Nos regalaron estas lonas y con unos palos y unas tablas, aquí mi esposo armó un tinglado para refugiarnos; aquí guardamos la cama, el ropero, la televisión, el colchón, pero la lona estaba rota y con la lluvia todo se perdió al final no rescatamos nada”, refiere con tristeza.
Para esta familia el año 2020 fue una verdadera tragedia, el papá de doña Laura sufrió un infarto a inicios de año y se enfermó de Covid durante la pandemia, mientras que su esposo, quien trabaja de peón de albañil, lleva meses sin conseguir un empleo fijo, pues también por la pandemia y las inundaciones muchas obras pararon.
A pesar de tantas adversidades, a decir de doña Laura se mantiene la esperanza de que las cosas mejoren, pues el simple hecho de estar vivos y unidos en familia ya es ganancia, pues muchas familias perdieron familiares a causa del Covid.
“Dios sabe porque hace las cosas y si ya libramos tanto, pues no queda más que seguir para adelante, a jalones y estirones, pero ahí la vamos llevando para ver si para el próximo año, la cosa mejora, gracias a Dios la familia sigue completa, si hubo enfermos, pero no muertos”, aseguró.
