CUNDUACÁN.- Al menos una hectárea de ajonjolí se perdió totalmente, luego que las pasadas lluvias ocasionadas por los frentes fríos obligaran una turbicación de Peñitas hasta de 1 mil 750 metros cúbicos por segundo, inundando las plantaciones, según dio a conocer el único productor de esta semilla en Cunduacán, Manuel Vázquez Lizcano.
El campesino explicó que lo más lamentable de esta situación es que él no recibe ninguna clase de ayuda como la que otorga el programa de “Sembrando Vida”, pues siempre lo han ignorado las autoridades.
Vázquez Lizcano, con domicilio en esta municipalidad, explicó que el ajonjolí es una semilla que tiene buen mercado, pues inclusive esta cosecha “ya la tenía tratada a razón de 35 pesos el kilogramo, y para mí cultivar ajonjolí es un extra que me hago, pues no requiere estarle aplicando plaguicidas o fertilizantes, este que yo cultivo es totalmente orgánico”.

Yo, -dijo, el campesino, desde el año 2013 estoy cultivando esta planta y ya llevó varias cosechas que me han resultado bien redituable, hablando económicamente, pues en el centro del país es muy demandada la semilla, por los múltiples usos que se le da en la gastronomía, sobre todo en temporada de fin de año.
Lamentablemente, indicó que alrededor de una hectárea de sésamo se perdió definitivamente, debido a las anegaciones que fueron causadas por las lluvias.
Agregó que lo más triste de este panorama, es que a él no le responderá nadie o le darán alguna indemnización, porque no se encuentra beneficiado por los programas federales. “Esos son para terratenientes, gente que tiene dinero, a esos sí les están pagando”.
Y anotó: “El ajonjolí o sésamo es un cultivo muy redituable que siempre tiene mercado, por eso, sería muy importante que alguna autoridad lo impulsara, ya que está demostrado que es apto para sembrarlo en estas tierras”.