Anteriormente se ha comentado que toda persona ha sido creada con capacidad para relacionarse, para comunicarse con los demás. En la familia es de primera importancia y necesidad, tener una buena comunicación. Una de las dificultades que hoy se están viviendo en la cuarentena en favor de la vida, es la deficiencia que se tiene en este aspecto, los obstáculos y vicios que atrofian este elemento tan indispensable para una buena convivencia familiar.
Entre otros obstáculos que estropean la comunicación, están los prejuicios que nos formamos de las demás personas. Por los problemas y defectos que la otra persona ha tenido en su vida, muchas veces le ponemos etiquetas y, de antemano, pensamos que ya no tiene la posibilidad de cambiar. También entorpece la sana comunicación, los resentimientos y rencores que nos cierran la mente y dejan de tener validez las razones reales.
No desperdiciemos la vida en lo que no vale la pena, luchemos por ser felices, trabajando por perfeccionar nuestra capacidad de comunicación con los demás.
