A Argenis Ramírez Arena, un joven de 27 años de edad, el coronavirus no le dio con intensidad. Los síntomas fueron gripa, perdida del olfato y gusto, más no presentó dolor de hueso, calentura, fiebre, dificultad para respirar. Está agradecido con Dios y con su familia, que lo ayudaron a salir adelante.
Cree que pudo haberse contagiado a la hora de entregar medicamentos en los diferentes hospitales de Tabasco. Al laborar en el área de Almacenamiento de la Secretaría de Salud, regularmente le toca llevar medicamentos como ivermectina, aspirina, azitromicina, y otras medicinas, a distintos nosocomios.
¿Qué se siente ser un paciente Covid?
Al principio me dio temor al ver el resultado de la prueba que era positivo, porque no sabía cómo reaccionaría mi cuerpo ante el virus. Había escuchado que otros llegan a delirar o en los casos más críticos, fallecen porque su organismo no resiste al virus.
¿Cuáles fueron tus síntomas?
Primero empecé con escurrimiento nasal, no lo tomé en cuenta porque pensé que era normal, pero empecé a perder el olfato y gusto, diarrea, entonces decidí hacerme la prueba. Entonces presentía que era Covid y así salió en los resultados.
Lo cierto es que no tuve fiebre, dolores de cabeza o hueso. Tampoco tuve dificultad con la respiración.
¿Dónde te contagiaste?
Estoy en el área de Almacén de la Secretaría de Salud. Me toca repartir medicamentos y materiales en hospitales. Lo medicamentos que más entrego está la ivermectina, la aspirina, azitromicina, y muchas medicinas. Tanto en los hospitales de Villahermosa como los de municipios. Pienso que pudo haber sido en algún de los hospitales.
¿Te hospitalizaron?
Una vez que me dieron el resultado, el doctor me mandó el medicamento, acompañado con te que me hacía mi mamá y estar encerrado, 14 días aislado. Todos mis utensilios se lavaban y desinfectaban con cloro y lo tenían aparte. Me dejaban la comida en un cierto lugar, y cuando la iba a buscar, rociaba con desinfectante. Comía luego dejaba el plato en el mismo sitio para que ahí, con las medidas sanitarias lo recogieran, lo volvieran a lavar y a desinfectar para utilizarlo de nuevo porque no podía tocar otros utensilios para evitar contagiar a mi familia.
¿Cuándo te sucedió?
Eso pasó el primero de julio y tuve que estar durante 14 días en casa. Siempre tenía la preocupación de que la enfermedad empeorara, pero gracias a Dios no pasó a más. Tampoco hubo contagios en mi familia, con excepción de mí, todos supieron manejar la situación, usaron cubrebocas, snitizantes, e hicieron todo lo posible con medidas sumamente estrictas para que el virus no se propagara en la casa.
¿Cómo lograste vencer el virus?
Siguiendo las indicaciones médicas al pie de las recetas y estar en estricto aislamiento para evitar contagiar a mi familia, tampoco en la casa se recibian visitas de familiares, ni de amigos. El médico me dio azitromicina, hidrocloroquina, aspirina e ivermectina. En cuanto a cosas naturales, también tomaba té de canela con hoja de guayaba y limón, además de miel. De esa manera fue mejorando mi estado de salud hasta que se cumplieron los 14 días.
¿Qué mensaje le darías a las personas de tu experiencia vivida con el covid?
Entiendo a las personas que tienen que trabajar para llevar el sustento económico, pero debemos de tomar las medidas hasta donde se pueda y nos sa posible por el bien nuestro. Pero veo fotografías de que hay algunas personas que están sentados tomando café en el Centro de la ciudad. Otras descansando en los asientos de la calle Juárez, incluso hay quienes no llevan cubreboca. Les digo que tengan cuidado, porque la enfermedad te puede quitar hasta la vida.
