TABASCO.- Si usted suele regalar dinero a los niños que mendigan en las calles pare de hacerlo, pues sin saberlo podría estar enriqueciendo a las redes de trata de personas que operan en Villahermosa.
La Procuraduría Estatal de Protección de la Familia y los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes tiene identificado ya su modus operandi: “A cierta hora de la mañana salen y distribuyen a los niños en diversos puntos de la ciudad, al terminar la jornada del día, hasta la noche, incluso nueve de la noche, regresan, los recogen y los llevan al domicilio donde tienen su asentamiento”, explicó la procuradora Ana Laura Solano.
Son niños que son sometidos a la mendicidad forzada y al trabajo forzado, una moderna forma de esclavitud, como se denomina al delito de trata.
Todos ellos son enganchados por los delincuentes en Chiapas, Puebla y Veracruz. Los delincuentes, a su vez, provienen del estado de México, ciudad de México, Puebla y otras entidades.
Las víctimas se pueden encontrar en distintos lugares, además de los cruceros, en terminales de autobuses, en los alrededores del mercado Pino Suárez, parque Juárez y el centro de la ciudad, pero se confunden con los menores de edad que también están en la calle y que sí están con sus familias, incluso son acompañados por sus padres.
En este caso, son niños víctimas de la pobreza y la desigualdad social, que ante las carencias que enfrentan sus familias suelen ser privados de la educación, una buena alimentación e incluso una identidad.
Por lo pronto, ante la evidencia del delito de trata en las calles de Villahermosa, el año pasado la PROFADE interpuso una denuncia ante la Fiscalía para el Combate a la Trata de Personas. Aunque es una, podría “involucrar a muchas víctimas y muchas tratantes”.
Y no es la primera vez que se pide a la autoridad ministerial investigar en los registros de la institución aparecen otras querellas iniciadas en los años 2018 y 2019.
La procuradora Ana Laura Solano asegura que “sí se están realizando los actos de investigación correspondiente, (pero) hay que tener en cuenta también que la mayoría resultan ser niños, niñas, adolescentes indígenas y el trato tiene que ser de una manera especial, cuidando el tema de su origen”.
FENÓMENO CRECIENTE
Según las autoridades la presencia de niños en la calle aumentó por la pandemia en un 50 por ciento, aunque organizaciones civiles sostienen que el incremento fue al doble.