Los científicos han descubierto más de 10 millones de bacterias habitando en un mismo cepillo de dientes. Esa es la misma cantidad que encontrarías en un instrumento para limpiar el inodoro. Los gérmenes que habitan en un baño y los cepillos de dientes están en contacto directo, debido al agua del inodoro, que se evapora en el aire. Las probabilidades de contaminación son más altas si el baño está mal ventilado. Los cepillos generalmente se contaminan en tan sólo una semana y un mes después del primer uso ya contienen varios microorganismos peligrosos.
Un correcto lavado del cepillo no solo permite acabar con ellas, también es esencial para eliminar todo rastro de pasta de dientes en él. Algunas pastas dentífricas suelen llevar triclosán, un químico que se usa como conservante y que es “sospechoso” de afectar a la salud. El triclosán es un antibacteriano y estar continuamente expuesto a cualquier tipo de sustancia antibiótica puede hacer que algunas bacterias se vuelvan más resistentes.
Por esta razón te dejamos algunos consejos para alejar las bacterias de tu cepillo dental.
1.- UTILIZA AGUA CALIENTE
Según un estudio coreano el número de bacterias en el cepillo de dientes disminuye significativamente cuando se utiliza agua caliente para enjuagarlo, en lugar de usar agua fría.
2.- DESINFÉCTALO CON SAL
Si tras usar el cepillo lo sumerges en un vaso de agua con una cucharada de sal durante unos minutos eliminas un 30% de los virus del cepillo.
3.- ALÉJALOS DE OTROS CEPILLOS
Científicos comprobaron que cuando entran en contacto, el número de microorganismos se dispara.
4.- NO LO DEJES EN HORIZONTAL
Si permanece en lugares húmedos o de forma horizantal es difícil que se seque del todo. Esa humedad facilita la proliferación de bacterias.
5.- CÁMBIALO CONSTANTEMENTE
Si esperas 3 meses para cambiarlo (que es lo que solían aconsejar los especialistas), el cepillo ya presenta una importante contaminación bacteriana, aseguran diversos científicos.