Este miércoles la Cámara de Representantes de EE UU ha aprobado – aún con mayoría republicana- el impeachment contra el presidente Donald Trump por “incitar a la insurrección”.
En total, 232 congresistas han votado a favor, 197 en contra, y cuatro no se han pronunciado. A la mayoría demócrata se han unido 10 legisladores republicanos. Con esto ningún, presidente había sido censurado, en la historia política de los Estados Unidos de América, con tantos votos de su propio partido.
Sin embargo, el mandatario es el primero en la historia de EE UU en ser censurado dos veces de esta manera. La arenga a sus seguidores para que avanzaran sobre el Capitolio el pasado 6 de enero, cuando los legisladores se disponian a ratificar el triunfo de Joe Biden en las elecciones del pasado mes de noviembre, le ha salido demasiado caro.
Antes de la votación final, la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, ha declarado que el presidente es un “peligro” para la nación y “se tiene que ir”. Aunque un gran número de republicanos, liderados por la congresista Liz Cheney, se ha sumado a la iniciativa, una mayoría de sus compañeros de filas ha sostenido que el impeachment es “temerario” e “insensato” en este momento.
El líder del partido en la Cámara, Kevin McCarthy, ha señalado directamente al presidente del ataque al Capitolio, pero ha rectificado a la acusación por considerar que ahondará las divisiones.
Momentos después de la decisión de la Cámara de Representantes, la Casa Blanca ha emitido de manera publica un vídeo en el que Trump condena la violencia y dice a sus seguidores que el vandalismo no apoya su movimiento. El mandatario no hace una sola mención al impeachment. “America es una nación de leyes”, asegura.