El perder a un ser querido nos genera angustia, tristeza y dolor, también la preocupación de hablar con los niños sobre ello y que en muchas familias sigue siendo un tabú. Pero hay que considerar que se debe evitar que los menores generen sus propias respuestas al respecto o bien se enteren por otros medios y lo mejor siempre será tener la comunicación e información fidedigna de su familia.
Para facilitar este proceso, te comparto algunas estrategias para abordar el duelo con los niños:
La noticia del deceso: debe ser compartida de manera pronta y por una persona que le considere cercana (padres, tíos, abuelos). No es necesario dar todos los detalles, pero sí lo relevante y responder, en el lenguaje del menor, las preguntas que tenga al respecto.
Crear un espacio: Es para dar confianza, tanto para hablar de sus dudas y para expresar sus emociones.
Si piensan que es muy duro afrontar una muerte, lo es aún más ante una mentira, la sensación del engaño que sólo traerá como consecuencia perder la seguridad en su familia. No se trata de ser explícitos ni falsear la información, sólo es adaptarla a su desarrollo cognitivo y madurez emocional.
No temas usar la palabra muerte o muertos: Es el término correcto, es importante se asocie a que con ello la persona deja de sentir, oler y en general, todo lo que implica vivir. Pero, permanecen en nuestra memoria, en los recuerdos y el corazón.
Dependiendo de la edad del niño, puedes emplear cuentos como “El pato y la muerte” o películas como “Coco”, seguramente también le serán de ayuda para comprender este difícil hecho.
Finalmente, si notan que hay cambios atípicos, como cambios radicales de conducta (por ejemplo: excesiva introversión, agresión, enojo, baja académica) acudan a un especialista de la salud mental para guiarlos en este proceso de sanación.
