México está haciendo lo necesario para enfrentar el problema de la inflación. El mandatario, como tantas otras veces, sin poseer posgrados en economía, da cátedra de esa materia a sus detractores: “lo principal es producir, no puede enfrentarse ningún problema económico, una crisis, si no se tiene una actividad productiva fuerte”.
Esperamos que algún renombrado economista (de verdad no quienes en TV o radio presumen ser analistas o hasta versados en economía como Leo Zuckerman, Carlos Loret, Sergio Sarmiento y otros charlatanes del micrófono o la pantalla), rebata esa “máxima” tan sencilla como contundente: si no producimos lo que nos comemos, ni la gasolina y otros derivados necesarios para incentivar esa producción, la inflación nos aplastará, por ello –anota-, mi gobierno seguirá apoyando al campo y der ser necesario subsidiará a Pemex y CFE para que los más pobres no padezcan por falta de alimento o carestía de energéticos –es su aviso –
Pero también, en su mañanera del viernes 17 de junio, envió un mensaje a quien lo sepa leer: “esta crisis mundial se precipitó por una guerra que pudo evitarse, faltó política y diplomacia”. ¿Se entendió, Estados Unidos, Rusia, Ucrania y buena parte de la Unión Europea?
El presidente no puede ser más claro con la comunidad internacional y entre líneas advirtió: “esta inflación y en general el problema mundial de escasez y carestía de energéticos y otros productos, ES CULPA DE ELLOS”.
Europa poco o nada hizo por evitar la guerra y ahora sufre las consecuencias de su irresponsabilidad. El presidente también hace una velada crítica al proceso globalizador, auspiciado y hasta ordenado por el FMI desde los ochentas, dejando ver que por ese “globalismo” económico, una guerra en cualquier parte afecta severamente a cientos de millones de personas.
En resumen dijo: “mientras no arreglen CON DIPLOMACIA el tema Rusia-Ucrania, “su irresponsabilidad tendrá al mundo al borde de una enorme crisis humana y monetaria.